Cordobesa “por donde la mires”. Ingeniera en sistemas, se siente próxima a todo lo que sea tecnología. Su lado artístico no queda de lado, disfruta mucho cantar, bailar. A continuación nos cuenta su experiencia en cuarentena y su visión de la cultura electrónica.

Ser el primer eslabón de personas que se quiere dedicar a la música no es un momento fácil. Algún otro familiar puede dudar de la ágil salida laboral pero para Jess fue todo lo contrario. Apoyada desde su entorno doméstico a potenciar sus gustos por las artes musicales tuvo las herramientas para hacer crecer su amor por lo que considera su pasión.
Una guitarra de juguete de pequeña y una real en su adolescencia iniciaron lo que hoy es una carrera de DJ y productora en potencia. Sus conocimientos además la llevaron a estudiar canto, otro punto para su CV.
Desprendida de la música Pedernera también incursiona en la coctelería. Ella es bartender y son los tragos parte de sus creaciones y aclara “disfruto mucho de un buen trago y de mezclar varios ingredientes para inventar alguno nuevo”. Crear está en su estilo de vida, ya sea en un cóctel o un track.
–¿Cuándo empezaste a tocar?
– A principios de 2019, me capacité en La Academia Orbital, junto a los chicos de Analog Jungs y The Sirius, quienes marcaron y vieron mis primeros pasos en este mundo.
– ¿Cómo comenzó tu interés en la música en general?
– Desde muy pequeña ya sentía la música, me la pasaba bailando canciones de Roxette, de Fey, inventando canciones con una guitarrita electrica de juguete y poniendo a mi hermano a tocar conmigo. Más adelante mi hobbie se transformó en estar horas frente al espejo, cantando Shakira, Chayanne, y otros artistas de la época. Para mis 15, mi tío me regaló mi primer guitarra, y desde ahí comencé a estudiar canto y guitarra con profesores. Soy la pionera de la música en mi familia, nadie antes había estado en una cercanía similar y con el correr de los años a mi hermano comenzó a gustarle mucho también. Conocí a la música electrónica de más grande, cuando mi hermano menor me – llevó a una fiesta. Fue amor a primera vista.

–¿Cómo veías a la cultura electrónica antes de la pandemia? (line up, cupos, cómo se manejaban los espacios, etc)
– Estaba en un momento muy importante, en donde cada fin de semana tenías fiestas con artistas increíbles para elegir, tanto a nivel nacional como internacional. Por otro lado, gracias a la ley de cupo, la lucha de las mujeres y los ciclos de electrónica como Vesica Piscis, se empiezan a notar gradualmente algunos cambios respecto al cupo femenino en la escena, ya que hay nuevas oportunidades y nuevos espacios no solo para musicalizadoras, sino también para productoras, vjs, iluminadoras, fotógrafas, etc. Se está abriendo un nuevo camino para un grupo de personas que son parte de la cultura electrónica, permitiendo diversificación, espacio para artistas emergentes, locales, etc
Realmente creo que a nivel cultural hemos crecido mucho y se ha llegado a mucha más gente, desmitificando muchas creencias y mostrando la belleza que tiene interiormente la cultura electrónica, en todo sentido.
–¿Cuál es la importancia para vos de las mujeres en la escena?
– Considero que las oportunidades deben ser iguales para todos, siento que estoy en una etapa donde las mujeres también comenzaremos a tener más protagonismo esta historia, crear con mayor visibilidad nuestros caminos, trayectorias, mostrando al mundo nuestras creaciones. Creo muchísimo en la igualdad, en la admiración del talento por sobre todas las cosas y en el compañerismo dentro de la profesión, independientemente de la identidad de género del artista, evitando la competencia entre géneros.

– ¿Cómo llevas la cuarentena en cuanto a la música electrónica?
– A estas alturas, ¡con una manija que ni te cuento! Con muchas ganas de volver a las pistas a bailar y mayormente a tocar. En este tiempo he aprovechado para capacitarme de manera online, especialmente en la producción, en teoría musical y síntesis digital.
Estuve haciendo streamings, grabando varios sets, tuve la oportunidad de enviarlos a radios de Buenos Aires como Elektrona donde comenzaré a ser parte de un programa semanal, participé en concursos de la Academia Kultura Sónica, también de Buenos Aires y todo eso me permitió conocer artistas increíbles y aprender mucho de ellos.
Tengo proyectos muy copados con artistas digitales, que saldrán pronto a la luz. La verdad me dio muchas oportunidades hermosas e inesperadas esta cuarentena y quise aprovecharlas a cada una de ellas. Ha sido y sigue siendo un momento de reflexión y crecimiento muy importante para mí.
-¿Qué esperas a futuro para la cultura electrónica?
– Espero que siga creciendo en todos los aspectos, a nivel de igualdad de oportunidades, que llegue a más personas y con la esperanza que se re adapte al contexto actual sin perder su esencia. Si hay algo que admiro de la cultura es el compañerismo, la buena energía, el respeto, la increíble vibra que se siente y se transmite entre todos los que forman parte.
–¿Cuál es el mejor momento de ser DJ para vos?
– El momento en el que levantó la vista de las compacteras y veo a la gente vibrar con una energía que no se explica. Ver a mis amigos que me acompañan a todos lados, a mis padres que me apoyaron desde el primer momento y me han ido a ver en varias oportunidades. La sensación de elegir cada track con la intención de contarles algo, de hacerles sentir algo y ver en ellos eso reflejado, es increíble. Ser DJ me demuestra que la música es un lenguaje universal, pongo mi alma a flor de piel y recibo lo mismo de la gente, logrando esa conexión que tanto deseaba al seleccionar mi música.