El cierre abrupto de las grandes discotecas, los clubes medianos y pequeños de distintas las distintas plazas de la música electrónica afecta el funcionamiento de toda una industria: DJs, Diseñadores, Fotógrafos/as, RRHH en general.
La pandemia del Coronavirus (COVID-19) afectó la industria de una magnitud sin precedentes. La inactividad de la industria de las fiestas afecta a muchxs artistas relacionados con el ocio y la diversión nocturna.
Esta situación expone a lxs creadores de música, por un lado. Aquellxs que nunca fueron inscritos en Aadi Capif, productores que nunca registraron nada en Sadaic, ni hablar de DJs que nunca supieron del formulario de inscripción de Instituto Nacional de Música (INAMU).
No estábamos listos. Nuestra industria genera puestos de trabajo en la diversión del público de la electrónica. Ellxs viven de la noche de manera informal, a veces rotativo, a veces permanente. Cuando esta continuidad existe, se convierte en familia que vive de estos proyectos.
Lo doloroso, quizás, por parte de quienes llevan adelante los emprendimientos, es entender lo frágil que es el ecosistema de nuestro negocio. Tal vez esto que atravesamos pueda acercarnos a lo humano detrás de quienes son nuestros cajeros, los sonidistas, nuestros jefes de públicas y rrpp, los runners o cada uno/a de los engranajes que ponen a circular la escena nocturna. Cada día que se extiende la cuarentena es un día que sufre todo el recurso humano puesto a merced de la diversión.
El panorama
El panorama de toda la industria electrónica a nivel mundial está afectado, sobre todo de los proyectos medianos y pequeños. El aislamiento -o cuarentena- en cada rincón del mundo paralizó las actividades que concentran públicos masivos. En Europa, uno de los lugares más afectados por el virus, su temporada alta en cuanto a eventos estaba por empezar pero tuvieron que parar todo. Plazas como Barcelona, Berlín, Milán, Amsterdam, Brujas y hasta la misma Ibiza sufren el daño de no poder abrir las puertas de las discos.
Rápidamente marcas de la industria pensaron en acciones para paliar el difícil momento. La mayoría son plataformas de música donde los artistas publican sus tracks.
Conozcamos qué acciones tomaron los referentes de la industria durante estas semanas:
Bandcamp, por ejemplo, dedicó un día a devolver la totalidad de sus ingresos a los artistas. Por otro lado, Beatport recaudó cerca de 10.000 dólares -junto a Twitch- con su streaming ReConnect destinado a AFEM (Association for Electronic Music, sus siglas en inglés).
Resident Advisor, otra de las marcas pesadas en la escena, realizó distintos streamings bajo el nombre de Save Our Scene, una plataforma donde se puede hacer donaciones para artistas y un banco de alimento.
¿Aún más? la fundación de la música, o popularmente conocida como Grammy, inició campañas para donar a los artistas. ¿Algunas de estas de su bolsillo? Pues claro que no. Añadimos a la lista a Spotify, que comenzó su propia iniciativa –Spotify COVID-19 Music Relief– en la que puedes elegir la causa para donar y ellos la van a igualar por un dólar.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Spotify (@spotify) el
Ahora bien, la pregunta que hago: ¿Qué tal si la causa fuera que revisen el porcentaje de ganancia por escuchas en su aplicación durante todo el año? Sería, sin duda, mucho más simple ser solidario.
Dejando de lado los incentivos solidarios de cada una de estas megaempresas, otros decidieron adentrarse en el campo político exigiendo una respuesta del estado para los que generan trabajo y espacios de cultura. Las peticiones llega por vía de One Petition en Alemania, NTIA en el Reino Unido, We the People al Congreso en EE.UU y Artistas Independientes con un listado de ayuda legal o financiera en Australia y Nueva Zelanda.
¿Qué pasa con Argentina?
Además del bono a trabajadores informales (Ingreso Familiar de Emergencia) que comunicó el presidente Alberto Fernández, nuestros amigos de Sadaic iniciaron un pedido a los medios de comunicación para que usen música nacional durante la programación, aunque debería ser de esta manera en la normalidad. En este caso, será la primera vez que nuestros amigos no nos quiten lo bailado.
El Instituto Nacional de la Música (INAMU) compartió un formulario para realizar un informe sobre las consecuencias que este momento le está causando a la actividad musical. Para completar este formulario debes ser músico registrado, el registro es gratis y podés hacerlo a través de la web.
¿Para qué estar registrado? Estar registrado en INAMU te permite ingresar a otros formularios de pedidos, como del Sindicato de Músicos o postularte al bono del fomento solidario, además junto a distintos entes como la Cámara de Clubes y el Ministerio de Cultura fortalecieron programas de apoyo a la gestión cultural, pero nunca dirigido a la industria electrónica en particular.
Como artista, ¿qué hacer para que tu música de retorno?
Hay buenas opciones de plataformas de distribución independiente como Beathey o Bandcamp, algunas para asegurar las regalías de tu producción como Sound Royalties. Para apoyar a tus productores independientes compartí una lista incluyéndolos en Buy Music y en Spotify.
Además es buena oportunidad para anotarte en los request de remixes o lanzamientos iniciados por diferentes sellos o DJs como Trumcade, Martinez Brothers, Hadonne, Shdw & Obscure Shape o Asquith. Si lo tuyo son las redes y pinchar: la web de Passline te ofrecen un servicio de streaming para monetizar, por medio de esta guía de ayuda. Si sos freelancer y realizas trabajos creativos, la cuenta de Instagram “Techno 4 Hire” publica puestos de todas las áreas haciendo más conectado el compu trabajo
Para cuidar tu salud
La Red de Psicólogos de Córdoba, junto a la Red de profesionales feministas, no se olvidan de los cuidados de la salud mental de los artistas (y de todxs) en tiempos de aislamiento, situaciones como ansiedad o pánico son más frecuentes. A escala global, la MITC (Coaches y Terapistas de la Industria Musical) dejó esta guía para superar la misma problemática. Podés encontrarla acá.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Music Industry Therapists... (@themitc) el