El DJ y productor británico John Digweed ofreció un multitudinario show en el predio Berta Experience de Alta Gracia, ubicado en la autovía RP5 KM 22, donde tocó para miles de personas que colmaron el recinto. Las altas y bajas del show y del predio.
Ubicado a unos 40 minutos del centro de Córdoba, esta nueva experiencia estuvo cargada de sensaciones positivas y negativas que quizás, no se podrían replicar en otros puntos de la escena local actual. De viaje ligero para quienes viven en zonas céntricas de la Ciudad y una larga aventura para quienes viven en la Zona Norte, la fiesta en el predio Berta tuvo en síntesis, varios puntos a favor.
El ingreso fue considerablemente rápido para aquellos que asistieron temprano, teniendo un amplio espacio de estacionamiento. ¿Su costo? $2000 pesos, un poco “salado” para muchos. No obstante, pudo brindar la sensación de seguridad. Una vez en la entrada, los cacheos fueron más rápido de lo normal, permitiendo así la fluidez de la gente que llegaba.
Otra de las principales razones por las que el show se destacó, fue el gran espacio al aire libre que permitió bailar de principio a fin sin incomodidades como lo son el amontonamiento o el calor. También, la puesta en escena fue la protagonista debido a la llanura del predio y a que no había nada alrededor, solamente el escenario. Fue esto lo que generó un espectáculo visual pocas veces visto en la provincia.
Por espectáculo visual, quienes asistieron entienden a qué nos referimos. Mientras los DJs del warm up tocaban, lentamente se iba desvaneciendo el colorido atardecer. Así, hasta que arribara John Digweed y allí fue donde se desplegó la magia: la luna lo fue acompañando de fondo en todo su set. Casi como si hubiese sido planeado a propósito.
Un punto en contra para este evento fue cómo se dispusieron los baños y las barras, debido a que resultó casi una odisea para quienes estaban más cerca del escenario. En línea con otra de las desventajas del nuevo predio, fue su salida. Esto, debido a que el camino de egreso era bastante angosto para tanta cantidad de autos. Muchos usuarios debieron esperar desde 40 minutos hasta 1 hora para salir.
El show comenzó a las 20:00, durante pleno atardecer con un set de Distracted, al que le sucedió el flamante B2B de Rocio Portillo y Julián Nates. Posteriormente, entró Knowbru para luego entregarle a la pista al “rey” de Hastings, John Digweed, que encendió todo a las 00:30 en medio de una ovación.
El músico de 56 años encadenó, como suele acostumbrar, tracks de varios géneros, evitando encasillarse en uno solo. Desde el deep house hasta producciones que rozaban el techno melódico, el inglés volvió a sorprender con un set de casi 6 horas repleto de bombas que, hasta el momento, nadie puede entender de dónde saca.
Si bien suelen ser producciones que el DJ recibe a diario en la casilla de Bedrock, también nos topamos con obras poco conocidas que fueron lanzadas hace muchos años atrás. Como acostumbra, su curaduría no se cerró bajo ningún tipo de criterio.
Acompañado de una estructura simple, recargada de sonido y pantallas LEDs con visuales, Digweed hizo sonar una selección que incluyó desde obras de su sello Bedrock, hasta varios hits y composiciones tremendas que aún no salieron a la luz como lo son “Running On The Moon” y “Shadows That We Cast” de Soel, una de las recientes incorporaciones del label perteneciente al “Colorado” .
Cabe remarcar en este sentido que es el label de Dixon con el que viene coqueteando más desde hace rato y se pudo apreciar cuando pinchó “Feelin´” y “I Need You Now” del álbum de Ivory, productor italiano viene destacándose en la escena internacional por sus hits.