Gabriel “Guti” Podliszewski se crió con jazz, se empapó del rock intoxicado y pordiosero y se dejó atrapar por la música electrónica. ¿Cómo se hace para saltar entre galaxias y salir mejorado?
La música electrónica ha transitado – y sigue transitando – un largo camino hacia la legitimación en el mundo de la música tradicional. Son artistas como Guti los que ayudan a cerrar esa brecha y acercar ambos ambientes para formar uno, como siempre debió haber sido.
Guti no es DJ, es live performer, como él mismo lo menciona. Es un músico electrónico. Es un músico. Electrónico, de jazz, de rock. Su constante mutación musical lo llevó de los antros rockeros del conurbano bonaerense a los mejores clubes electrónicos de Europa y el mundo.
De ser tecladista de Intoxicados y Jóvenes Pordioseros, a editar un álbum en el sello de los Martínez Brothers. ¿Cómo se hace para saltar entre galaxias y salir mejorado?
Respirar música
Gabriel Podliszewski nació en Buenos Aires, Argentina, en una familia de saxofonistas, pianistas y directores de orquesta. Con abuelos y tíos rusos exiliados de la guerra, durante el proceso militar, la familia de Guti tuvo que mudarse obligadamente a lugares como Venezuela, Costa Rica y Europa. Comenzaba a ser un ciudadano del mundo.
A la edad de 5 años, en casa de su tío, ya comenzaba a tocar sus primeros acordes en el piano, de manera totalmente autodidacta. A los 12, su madre le regaló el famoso disco de jazz “Night Train”, de Oscar Peterson. Mientras, leía a Borges y Vargas Llosa, a la par de su padre, quien le cantaba canciones cubanas.
Llegó la adolescencia y el tiempo de ser rebelde. Eso lo llevó a rozarse con el rock de barrio y con eso la creación de Jóvenes Pordioseros, la banda liderada por Toti Iglesias. Y el camino era exitoso. En la década de los 2000, los JP eran una banda reconocida, con hits como “Descontrolado”, que sonaba en todas las radios y además dando shows en todo el país.
Luego formaría parte de Intoxicados, con quienes tocaría hasta en el Cosquín Rock. También participó de grabaciones con Callejeros y El Bordo. Al mismo tiempo no dejaría de formarse. Tomó clases de música cubana y de jazz con el maestro Ernesto Jodos.
La metamorfosis: del rock a la electrónica
¿Cómo se salta de la galaxia rockera a la electrónica así, sin escalas? La respuesta está en la propia vida de Guti. Un inquieto, inconformista, con una creatividad que no entiende de límites cuando se trata de arte.
En los hechos, comenzó juntándose con su amigo Leandro Martínez, quien tenía un estudio y donde juntos empezaron a crear beats y cantarles arriba. La conexión fue instantánea. De a poco fue metiéndose en el mundo electrónico, con su propia característica autodidacta.
A la par de sus presentaciones con la banda, Guti comenzó a crear sus propios tracks y arrancó a codearse con este mundo y sus matices. En una entrevista exclusiva con Córdoba Beat, Guti explica el porqué: “En la música electrónica encontré un lugar para el músico que quiere ser libre. Sos la banda, sos lo que querés.”
Incluso, en una nota con VOS, va más allá y asegura que antes miraba el mundo como Pappo, tomando a la electrónica como “la antimúsica”. Pero se rectifica y subraya: “…podés hacer un tema fuerte, uno sin beat, uno de 90 bpm o 125 bpm… tenés mucho control. Hoy me siento más libre y mejor músico que cuando tocaba rock.”
El salto
A finales de los 2000, parecía que la decisión estaba tomada. En una entrevista con Buenos Aliens, Guti cuenta que, un verano, tocaba con Jóvenes en Mar del Plata. Luego del show se fue directo hacia Villa Gesell, a una presentación de Loco Dice, a quien Guti admiraba y seguía de cerca.
Al mismo tiempo, el “Gabo” ya estaba subiendo sus primeras producciones a My Space. Pero fue en Villa Gesell donde pudo tener contacto con Dice y donde le pudo pasar un poco de su música. El house latino de Guti cautivó a Loco, quien lo apadrinó casi al instante.
Dice comenzó a pasar su música en sus sets y, luego de algunos intercambios vía mail, se encontraron por primera vez en Miami. Luego de eso, vino la decisión: en el año 2010 Guti dejó todo y se mudó a Düsseldorf, Alemania, donde vivía Dice y donde están los cuarteles generales de Desolat, el sello del tunecino.
Ya en Europa, la producción musical de Guti fue en ascenso. Como él lo aclara, todo el tiempo está componiendo música, tanto para sellar como para pasar en sus sets. Esto le posibilitó llegar rápido a hacerse un nombre dentro de la escena y conocer a los grandes referentes.
No pasó mucho para que, por ejemplo, editara su primer álbum en Desolat, llamado, curiosamente, como una canción de Intoxicados: “Las Cosas Que No Se Tocan”. La composición de álbums completos sería una constante en él, con cinco LP editados.
Tampoco transcurrió demasiado para que comience a presentarse en las principales capitales electrónicas del mundo. Llegaría a Ibiza, Londres, Ámsterdam, Berlín, Miami, Nueva York, siempre en los mejores venues que existen.
Al día de hoy no se considera un DJ, sino un live performer. No pasa música de otros, sino que crea y reproduce en vivo sus propios elementos sonoros compuestos en estudio. Aunque si produce tracks, tanto de pista como experimentales. Sus producciones alcanzaron sellos como el mencionado Desolat, Cuttin’ Headz de los Martinez Brothers, Crosstown Rebels, Fuse, SCI+TEC, Defected, Armada Music, Get Physical, Knee Deep In Sound, entre muchos otros.
Guti y Córdoba
En el Meet & Beat exclusivo con Córdoba Beat, Guti contó mucho de su relación con Córdoba, primero desde el rock: “Tengo muchos recuerdos con las bandas. Mi primer recuerdo es tocando en Captain Blue. También el último show que hice con Intoxicados (Cosquín Rock 2009). Todos los Cosquin.”
Y agrega algo especial: “Ensayar con Bam Bam, uno de los momentos más míticos que tengo como músico. Conocerlo, tocar con él. Increíble.” (Miguel Antonio ‘Bam Bam’ Miranda, percusionista peruano radicado en Córdoba, conocido por pertenecer a la banda de Carlos “La Mona” Jimenez, pero que también fue uno de los más grandes percusionistas de latinoamérica).
Pero en la historia reciente, está su relación con la “Córdoba Electrónica”: “Como músico electrónico, tocar con Seth (Troxler) en el club (Lokitas, 2003), el último show grande con Cuartero, tocar el General Paz Juniors. Mucho Córdoba.”
Recuerda también la primera vez que Iván “Vampi” Aballay lo contrató para un show de BNP: “Fuimos a comer a la parrilla y me contó que iba a vernos con los hermanos y cantaban las canciones de Jóvenes.”
Y finaliza: “Tengo mil noches en Córdoba. Siempre muy queridos.”
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