Uno de los clubes más importantes dijo adiós a su ubicación en la zona norte de la ciudad. Córdoba Beat habló con su headcoach sobre este cierre de etapa.
El pasillo de escalones con neón, las intervenciones del patio pasarán a otro proyecto mientras los y las clubbers se quedarán con los recuerdos de grandes noches de baile. Su armado representando la estación de Gleisdreieck, su sillón rotando por cada rincón del club, el maniquí detrás de la cabina y tantos otros momentos que quedarán grabados en la mente de quienes habitaron “Berlín”.
La “Berla” así le decían los y las trabajadores, socios y público del club de electrónica que habitó “la zona del Chateau”. Hablamos en pasado porque Club Berlín cerró de manera definitiva la ubicación donde habitaba en zona norte.
Emiliano Granata el conductor del club anunció el fin en sus redes sociales: “tal vez, y ojalá, esto sea un hasta pronto pero nos toca despedir la locación única, donde nació y se gestó.”
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Los recuerdos de Granata sobre Club Berlín son frescos: “los últimos aniversarios fueron increíbles porque sentí el amor y el cariño de la gente.” Además, recuerda a clubbers fieles con el lugar y un sentimiento particular: “la gente se sentía identificada y creo que eso esa una de las grandes satisfacciones que nos daba”.
– No es un adiós sino un hasta luego, ¿qué te deja todos estos años de Club Berlín?
– Aprendizaje en un montón de niveles. En lo laboral sin lugar a duda. La mayoría de las cosas que aprendí que se aplica a grandes eventos, a artistica, DJs, formularios, capacidad de negociación pasando por lo técnico, de sonido, artístico, comercial y comunicacional. Tuve la suerte de poder participar en todos los espacios que me quise involucrar. Hemos podido desarrollar todas las ideas, intenciones y proyectos que quisimos, entonces teníamos mucha libertad de trabajo sobre todo. Siempre lo pongo de ejemplo a Eric Davis, él tuvo mucho que ver, aprendimos muchísimo de los dos, al menos yo aprendí mucho de él. Hacíamos un camino similar al que hacían todos -ya sea artísticas o clientes- porque había creencias firmes, porque siempre tuvo una misma identidad.
– Para a vos ¿cuánto aportó Club Berlín a escena de Córdoba?
– Modestamente creo que muchísimo. Todos le aportaron algo a lo que es Club Berlin. Nosotros nos la jugamos en un momento complejo, la zona era atípica para clubes electrónicos, muchos se encontraban otro lado de la ciudad. También el hecho de compartir el predio con un espacio de música mainstream era un prejuicio y un paradigma a vencer. Siempre le dimos espacio y lugar a nombres emergentes y no tan obvio. Al principio llamó la atención.
Siempre se pregonó el talento y se le dio mucha importancia a la parte técnica. Mira la cantidad de artistas que están consagrados que han pasado hace un tiempo por Club Berlín: Rotwang, Closed I, Christopher Erre, Nacho Padilla, Alejandro Arcas. Muchos ciclos curados por artistas locales como Rodri Vacis, Pedro D’alessandro (perdón si me olvido de alguno). También fuimos pioneros en nombres internacionales frescos, vinieron artistas de todas partes del mundo.
Nunca nos olvidamos de referentes locales como Luciano Le Bihan, el clásico de CJ tocando en todos los aniversarios o Marce del Boca o Martin Bellomo. Fuimos los primeros en abrir las puertas a Vesica Piscis y a tantas chicas antes. Siendo de los primeros en tener residentes o curadoras mujeres como fue el caso de She Teiks con el ciclo “Aunque me quiebre la cadera”. Pasamos por todo el abanico sin restricciones siempre priorizando la música, el talento y poder expresar lo que queríamos. Le quitó a una zona, y a una generación, muchos pre conceptos y le abrió la cabeza sobre temas que hoy son actuales como feminismo, sexualidad, libertad de expresión. Innovó mucho en lo estético, en lo comunicacional, su identidad siempre fue muy homogénea y siempre priorizando la calidad de sonido. Siempre se escuchó al público en servicio-comodidades. Lo digo con mucha humildad porque fue el laburo de mucha gente. Sí, aportó muchísimo Club Berlín.
– ¿Qué momento fue el que más recordas dentro del club?
– Es difícil, es como acordarse de un solo momento con tus compañeros de la secundaria. Puedo acordarme puntos de inflexión. Sin duda los primeros pasos con artistas internacionales cuando vino Felipe Venegas, por el 2015, Alejandro Paz de Chile. Fiestas grandes cuando vimos que nos podíamos animar a más; como al frente de Gala en formato outdoor con Patrick Topping y Gaiser; o en la pista grande con Coyu, Kolombo, Monica Kruse. Los últimos aniversarios fueron increíbles porque sentí el amor y el cariño de la gente que era muy fiel, se sentía identificada y creo que eso esa una de las grandes satisfacciones que nos daba. Ahora en lo musical y lo personal, creo que me quedo con el set de Lehar de seis horas. También Brigado Crew con quien tengo una gran relación y gracias a Club Berlín los pude conocer.
–¿Qué planes había para el 2020 y que hay en el futuro de Club Berlín?
– Si bien no nos agarró de sorpresa porque sabíamos que teníamos finalización del contrato locatario teníamos planes para hacer cierta cantidad de eventos hasta septiembre, octubre. La pandemia al frenar este tipo de actividades nos complicó. Tengo el presentimiento que solo se cerró un capítulo de Club Berlín.