El pasado 8 de agosto, la Municipalidad de esa ciudad, a través de la Secretaría de Cultura, realizó un streaming con DJs locales en vivo. El evento se presenta como un acercamiento, en una ciudad donde rige un decreto que prohíbe las “fiestas electrónicas”.
La cultura sigue en movimiento en toda la provincia y la música electrónica aporta su granito de arena. El sábado 8 de agosto se llevó adelante una nueva entrega del ciclo “Cultura en Casa”, realizado por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Río Tercero, que presentó una transmisión de streaming en vivo a cargo de DJs locales de la ciudad.
Del line up participaron Ezequiel Pazzelli, Juan Guerra, Taka López, Bruno Fiandrino, Fede Moreno, Koki, Mariano Marzari, Gime Caffaratti y Martín Malpassi, en formato b2b y con más de dos horas de música.
Además del placer de compartir música en medio de la pandemia, el streaming se presenta como un acercamiento entre el municipio de Río Tercero y la cultura electrónica. Sucede que en esa ciudad existe un decreto emitido el año 2016 en el que se prohíben las “fiestas electrónicas”, que trajo consigo mucha polémica y diversas discusiones a lo largo de los años.
Si bien está claro que el evento sucedido hace algunos días estaría lejos de ser considerado una “fiesta”, la experiencia durante la vigencia del decreto mostró que la música electrónica tampoco fue permitida en bares e incluso amantes del género de la ciudad denunciaron que fueron perseguidos por escucharla en reuniones privadas.
Un paso hacia otra relación
Con otra gestión en la Municipalidad, esta edición de “Cultura en Casa” con música electrónica puede entenderse como una nueva forma de relación entre el Estado y los DJ’s, productores y entusiastas del género electrónico.
La prohibición fue impulsada por la gestión del ex intendente Alberto Martino y a partir de ese momento creció el reclamo del mundo de la electrónica, en rechazo del decreto y pidiendo por diálogo.
Luego de las elecciones del año 2019, Marcos Ferrer asumió la Intendencia de Río Tercero y con él una nueva gestión que muestra tener otra actitud hacia el problema. En contacto con Córdoba Beat, el DJ y productor riotercerense Taka Lopez contó que están muy contentos por el streaming y este nuevo ‘estrechamiento de manos’.
“Teníamos el tema pendiente de hace algunos años. Cuando cambió la intendencia, con la Secretaría de Cultura, comenzaron a dar más oportunidades a diferentes artistas y también a nosotros, los DJs. Es un estrechamiento de manos, estoy muy feliz después de tantos años”, comentaba.
Por su parte, la titular de la Secretaría, Alejandra Palombarini afirmó a Córdoba Beat que desde hace algunos meses estaban teniendo reuniones en conjunto para retomar el buen diálogo. “Vengo del trabajo colaborativo y comunitario. Soy muy amplia y me gusta estar al tanto de lo que ocurre con los jóvenes. Hay nuevas formas de mirar y recorrer lo cultural que tenemos que empezar a ver todos.”
Destacó que desde la Secretaría de Cultura consideran al arte “como herramienta transformadora de realidades, ideas, estigmas y espacios”, sin desconocer que existe un contexto complejo en la ciudad con respecto a la electrónica. “Es nuestra tarea desde lo cultural empezar a verlo y trabajarlo”, subrayó.
Y agregó: “Estos son trabajos pedagógicos. Decidimos hacerlo a la tarde para sacar a la música electrónica del ambiente de la noche, mostrar que se puede disfrutar desde otro lugar. Una línea que nos interesa mucho desde la Secretaría es que cualquiera que trabaje desde la cultura es un trabajador antes que nada. En cuanto nosotros podamos mostrar esto y enseñar, hay ciertas cuestiones que de poco van a poder ir modificándose.”
Decreto y la historia de una prohibición
Las fiestas electrónicas están prohibidas en la ciudad de Río Tercero de forma oficial a través del decreto 758/2016, dictado el 19 de septiembre del año 2016 por Alberto Martino, quien en ese momento era el intendente de la ciudad. Marcos Ferrer, actual intendente, ocupaba el cargo de Jefe de Gabinete.
La prohibición surge luego del fallecimiento de Tania Abrile, quien murió luego de consumir éxtasis en la fiesta realizada el 23 de abril de ese año en el Superdomo Orfeo, donde se presentó John Digweed. Por este hecho fueron imputados el -falso- médico que estaba en el lugar y los organizadores de la fiesta, producida por BNP, quienes en marzo de este año fueron sobreseídos.
Tania era oriunda de Río Tercero y muy querida en la ciudad, por lo que su muerte causó un fuerte impacto que llevó a Martino, sin debate previo, a prohibir la realización de fiestas electrónicas por decreto municipal. Según cita el diario La Voz del Interior, Martino justificó la prohibición en que el municipio no tenía los recursos para controlar las fiestas, por lo que decidió no autorizarlas.
Esto generó la inmediata respuesta por parte de los amantes de la música electrónica de Río Tercero, quienes rechazaron la medida y acusaron a la Municipalidad de censurar un género musical.
En ese sentido, Danilo Cravero, concejal de la ciudad en ese momento, cuestionó el decreto y marcó que los esfuerzos deberían “acentuarse en la regulación y mejorar el control”. Por su parte, el director de Inteligencia Criminal y Estadísticas de la Fuerza Policial Antinarcotráfico de Córdoba, Diego Ramacciotti había mostrado su inclinación por “controlar más que prohibir”, según cita La Voz.
Con el correr de los años, a causa de la prohibición, comenzaron a ser cada vez más frecuentes las fiestas clandestinas, al margen de la legalidad y con nulas medidas de seguridad para los asistentes. En 2019 el concejal Alejandro Schwander, en declaraciones a FM Sol que cita el portal Tribuna, propuso derogar el decreto y expresó: “la prohibición lo único que hizo fue aumentar la clandestinidad con fiestas pequeñas y una situación desmadrada.”
Además, distintos artistas y comerciantes denunciaron que la Policía suspendía presentaciones de DJs en bares o hasta reuniones privadas donde sonaba música electrónica. En ciertas fiestas habilitadas, donde se pasaban otros géneros musicales y en paralelo una pista de electrónica, el accionar de la Policía no era clausurar la fiesta sino pedirle al DJ que cambie la música. Se desprende entonces que el motivo no era la habilitación municipal del evento sino un avance sobre la música.
Tiempos de cambio
Al día de hoy, el decreto sigue vigente. Es decir que, si pudieran volver los eventos públicos, no podría realizarse uno de música electrónica. Pero la actitud de la nueva gestión es otra e invita a ilusionarse. Los tiempos de pandemia también brinda el factor tiempo, que puede ser usado a favor para que la vuelta sea de forma gradual, segura y responsable.
La secretaria de Cultura, Alejandra Palombarini, aclaró con razón que no puede hacerse cargo de un decreto en una gestión de la que no formaba parte, además de subrayar que su plan para la cultura de Río Tercero es trascendental a cualquier gestión o partido político.
Pero sí presenta otra forma de ver la situación: “Hay una intención de otra mirada. En las últimas reuniones han participado el secretario de Seguridad y gente de Espectáculos Públicos de la Municipalidad, por lo que hay un camino que empieza a recorrer. Pensar las formas de cuidar al público y hacer las cosas bien.”
Rescató que tienen libertad desde la Municipalidad para actuar y reflexionó: “Hay muchos de los chicos que son DJs y no tienen ganas de estar estigmatizados. Cuando el arte habla, el estigma debe callarse y dejar lugar a otras cuestiones cargadas de nuevos sentidos para torcer un imaginario social.”
Con todo esto, aparece un nuevo panorama para el futuro y se dibujan nuevas bases para enfrentar la situación desde la igualdad de derechos, la seguridad y la responsabilidad.
