Nacido de una Alemania dividida, comenzó su carrera a base de cassettes. Conocemos más sobre la extensa carrera de Matthias Paul (a.k.a Paul Van Dyk) quien participó en cabinas increíbles con el trance como bandera.
Algunos dicen que el trance está oculto, que sus seguidores bajaron; otros que su consumo es fuerte en nichos más pequeños. Hay DJs que antes eran referentes del género y ahora han mutado su sonido hacia algo más mainstream. Pero aquí nos paramos porque hay un nombre que siempre se asoció al trance y nunca dejó ese sonido: Paul Van Dyk.
Nacido en la Alemania del oriente, Matthias Paul empezó con su amor a la música de manera clandestina. La música producida por el occidente no llegaba a sus oídos y es por eso que el joven Matthias pedía cassettes de contrabando.
En 1991, con Alemania unificada tras la caída del muro, Van Dyk empieza su carrera en la escena de Berlín. El promotor de las fiestas Dubmission le dio su primer trabajo como DJ en Turbine, un club que comenzaba a despegar en aquella época.
Comienza la leyenda
El primer track producido por Paul fue Visions of Shiva en 1992, en el sello MFS. Un año más tarde sus producciones y la habilidad de pinchar lo llevarían a ser residente del club E-Werk. Durante su participación estable en la cabina del club recibió como invitados como Sasha, Carl Cox, John Digweed, Darren Emerson, Nick Warren, Francesco Farfa.
En 1997 Van Dyk tiene su punto de quiebre con su segundo material discográfico “Seven Ways”, que lo posiciona dentro de la escena mundial de la música electrónica. “For An Angels” es uno de los tracks más reconocidos de Paul a lo largo de su carrera.
El DJ alemán tiene además la particularidad de haber estado en escenarios grandes de la escena mundial. Love Parade en su propio país, Tomorrowland, Ultra y hasta armó una cabina en el estadio del Borussia Dortmund, entre otras experiencias que tuvo a lo largo de su vida como DJ.
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Paul también ha prestado su talento para remezclar “Dark Knight Theme” de Batman escrito por Hanz Zimmer. Pero Paul no es ajeno a las remezclas de alto perfil: le ha dado su toque único a “Martyr” de Depeche Mode, “What Goes Around” de Justin Timberlake y “Gimme More” de Britney Spears, solo por nombrar algunos.
Si hay algo que se le reconoce a Paul Van Dyk en su extensa trayectoria, y ser una leyenda por eso, es nunca haberse separado del género que eligió para hacer bailar a la gente. Su segunda casa se podría decir que es el trance, en donde ha vivido por mucho tiempo, y es donde más se siente cómodo a la hora de expresarse.
