Con algunas experiencias en Gran Bretaña, los eventos con “distanciamiento social” aparecen como la alternativa para la música en vivo frente a la pandemia. ¿En qué consisten? ¿Son viables? ¿Sirve un formato así para una ‘fiesta’?
La llegada del Covid-19 a nuestras vidas lo cambió todo. Casi nada es como lo conocíamos. En realidad, nada. Prohibiciones, distanciamiento, protocolos, alcohol en gel, protocolos, pico de casos, protocolos, rebrotes y más protocolos. En este marco, el rubro de los eventos masivos fue uno de los más afectados.
En Córdoba recientemente anunciaron desde la Cámara de Espectáculos Públicos, la cual nuclea a productoras de eventos apuntados a lo masivo, que presentaron de manera formal ante el C.O.E. un pedido junto a un protocolo preliminar para realizar eventos con distanciamiento social.
¿Qué contempla este protocolo? En principio se apunta al distanciamiento social, a través de lo que llamaron “burbujas sociales de recreación”. Éstas funcionarían con una capacidad de entre 4 a 9 personas y una separación de 1 metro y medio entre cada unidad. Los participantes de cada burbuja deberían ser gente de un mismo entorno, aunque no está claro aún cómo se podría controlar esto.
Claro está, hay medidas básicas. Primero, una declaración jurada por persona, similar al sistema de los bares, para poder realizar una trazabilidad ante un posible contagio de una misma burbuja o las aledañas a la comprometida. Además, mucho alcohol en gel y sanitización constante del lugar.
Con respecto a las conductas del público, las personas de cada burbuja podrán pararse, bailar o conversar pero con utilización de barbijo en todo momento, salvo cuando estén consumiendo comidas o bebidas. No habrá circulación hacia barras, ya que mozos/as atenderán a cada burbuja en particular.
Ricardo Taier, del grupo Quality y presidente de la Cámara, en declaraciones a distintos medios, subrayó que este formato está lejos de ser rentable, definición que fue acentuada por productores electrónicos ante la consulta de Córdoba Beat. Sucede que, haciendo estimaciones, la capacidad se verá reducida a un 10%. Eventos y rentabilidad pensada para miles, rebajada a unos cientos.
Las dos experiencias similares en Gran Bretaña
Meses atrás, productores electrónicos de nuestra ciudad afirmaron a Córdoba Beat que iban a seguir de cerca lo que pueda suceder en Europa para repetir y corregir de este lado del mundo. La nueva iniciativa cordobesa tiene su correlación con dos experiencias similares en el país europeo.
Por un lado, el Gisburn Park Pop-Up Festival apareció como una de las primeras propuestas de shows con distanciamiento social del mundo. Situado en la ciudad inglesa de Lancashire, el Gisburn Park es un bosque privado con paisajes de ensueño. En él se montó toda la estructura necesaria para realizar los shows, que tuvieron como protagonistas a DJs como Sam Divine y Solardo, entre otros. También se realizan espectáculos infantiles, cine y shows especiales de rock, pop y hasta música orquestal.
El lugar permite una capacidad de 460 espectadores, divididos en casi 100 hexágonos a modo de burbujas donde pueden ubicarse un mínimo de 2 a un máximo de 6 personas. Las burbujas están separadas entre sí por dos metros y son atendidas por mozos para la compra de comida y bebida. Se puede salir de la mesa asignada para ir al baño, lo cual está controlado por capacidad. Para evitar la aglomeración de gente, el lugar tiene un solo sentido de circulación interna y el ingreso es escalado en horarios.
El caso del Virgin Money Unity Arena es bastante similar en cuestiones de prevención y seguridad sanitaria, pero el dato saliente es que tiene una capacidad de hasta 2500 espectadores, distribuidos en 500 burbujas valladas. Acá ya se presentó Patrick Topping, en un show que fue único en esta nueva normalidad pero que dejó satisfechos/as a quienes asistieron.
En sí, el lugar funciona con las características que venimos mencionando: burbujas de hasta 5 personas con horario diferenciado de ingreso y posibilidad de circular sólo para ir al baño, una persona por burbuja. Mozos atienden las mesas para acercar comida y bebida. De hecho, a la hora de comprar el ticket se puede comprar anticipadamente lo que se vaya a consumir.
Una particularidad es que no se recibe dinero en forma física dentro del lugar. Sólo tarjetas o billeteras digitales pueden utilizarse para comprar.
Según el diario La Tercera, en Chile la vuelta de los espectáculos será en octubre, con un formato inspirado en el Virgin Money Unity Arena.
