Si hoy disfrutamos de las grandes fechas internacionales de música electrónica, es porque los DJs locales se encargaron de hacer crecer esta cultura desde hace años. Si te gusta la música electrónica, estás obligado/a a ir a verlos.
Hoy Córdoba es una de las capitales de latinoamérica en cuestiones de música electrónica. Basta con mirar las carteleras de los boliches y fiestas masivas, que muestran nombres internacionales de todos los niveles y para todos los gustos, para ver que tenemos el privilegio de escuchar a DJs que están en la primera plana de la escena mundial y que hasta hace algunos años era impensado.
En pocas palabras: la oferta de fiestas internacionales en Córdoba es mayor a grandes capitales del continente como Santiago de Chile, Lima, San Pablo, Río de Janeiro, Montevideo, Bogotá e incluso, en ocasiones, llegan artistas que ni siquiera pisan Buenos Aires.
Pero uno, al mirar en retrospectiva, con un pulso más calmado y alejado de la vorágine de los fines de semana, se pregunta: ¿cómo llegó a ser Córdoba una referencia de música electrónica a nivel nacional e internacional?
Los productores de fiestas tienen mucho que ver, claro. Apuestan fuerte con artistas caros, corren riesgos económicos, consiguen los contactos con las agencias de booking, se empeñan en realizar fiestas tranquilas y seguras (a veces con éxito y otras no).
El público es un factor clave también. Fin de semana tras fin de semana, los amantes de este género gastan dinero, se entusiasman ante cada fecha y, claramente, se entiende que no existirían las fiestas si no hubiera público que asistiera.
Pero los mayores responsables de este crecimiento son, ni más ni menos, que los DJs cordobeses. Lo planteemos así: si alguna vez estuvieron en nuestra ciudad nombres como Carl Cox, Richie Hawtin, Adam Beyer, Jamie Jones, Sasha, John Digweed o Nick Warren, fue posible porque antes existieron los Andrés González, los Facu Carri, los Fede Gómez, los Martín Huergo, los Sergio Saffe, los Simbad, los Cristobal Paz, los Pedro D’alessandro, los Luciano Le Bihan, los Rodri Vacis, los Marce del Boca, los Cruz Ataide, los Edu Vázquez entre muchos otros.
¿Por qué? Porque sin los DJs locales, la música electrónica nunca hubiera salido de un pequeño sótano donde empezaron a escucharse los primeros beats en vinilos para apenas 50 personas. Sin ellos, la música electrónica en una ciudad como Córdoba seguiría siendo un tabú, una cultura reservada para el underground, escondida entre unos pocos que supieron adoptarla en una ciudad que tenía otros géneros musicales como lo ‘mainstream’.
Esto también cuenta para los DJs ascendentes de la actualidad. ¿Se imaginan la fiebre del progressive house en Córdoba, sin la presencia de Antrim (Guille Cornejo), Lucas Rossi, Ezequiel Arias, Analog Jungs, Artfaq, Christopher Erre, entre otros? La respuesta seguramente sería no.
Tampoco habría lugar para los grandes DJs internacionales de tech house, house o minimal house sin las constantes producciones de calidad mundial de Lucas Ferreyra, Knowbru, Rodri DP, Trentz, Agus Ferreyra, Martín Bellomo, Cajal, Brandub, Kevin Schwazer y la gran cantidad de DJs que se dedican a este subgénero.
El techno también supo ganarse su lugar en Córdoba, con exponentes como Sommo, Closed I, Rotwang, Distant, entre otros, quienes son los encargados fin de semana tras fin de semana de dejarle la pista caliente a los artistas techno internacionales.
Es por esto que los DJs locales funcionan, junto al público, como el real motor de una escena que no para de crecer, sumar adeptos y acumular artistas internacionales, pero que no debe perder de vista que gracias a los DJs que viven en Córdoba la cultura electrónica de nuestra ciudad se abrió al mundo. Porque fueron ellos quienes marcaron y marcan el camino día tras día, cuando los DJs internacionales vienen sólo por un fin de semana. Por eso, ir a ver a los DJs locales es una obligación.
