Paul Kalkbrenner es de esos personajes que son dignos de prestar atención. Innovador, provocador, ídolo de multitudes, músico brillante. Muchos adjetivos caben para un productor que ha roto barreras durante toda su carrera. Repasamos su historia en esta nota.
Dueño de un estilo único, una personalidad efervescente y un oído prodigioso, Paul Kalkbrenner es, sin duda alguna, un faro ineludible de la música electrónica. La propia historia no nos dejará mentir, ya que Paul ha alcanzado hitos de los que pocos pueden alardear.
Uno de ellos fue haber realizado una presentación live frente a nada más que 500.000 personas. El hecho sucedió el 11 de septiembre del 2014 en el 25° aniversario de la Caída del Muro de Berlín. Ese día el gobierno alemán realizó un acto conmemorativo, que incluyó a artistas como Peter Gabriel y el director de orquesta argentino Daniel Barenboim.
En ese homenaje, realizado en la mítica Puerta de Brandenburgo de la capital alemana, estaba previsto el cierre con Paul Kalkbrenner, lo que configuró uno de los shows más concurridos de la historia de la música electrónica. Sin dudas, un hecho por demás histórico donde distintas generaciones se fundieron dentro de los sonidos electrónicos.
La elección de Paul no fue azarosa ya que el músico alemán sufrió en carne propia la separación alemana. Kalkbrenner nació en Leipzig pero creció en Berlín del Este, la Alemania comunista. El propio Paul reconoció que era difícil crear música electrónica en un contexto donde había muchas restricciones a la hora de comprar discos y equipamiento.
Él afirmó que fue gracias a la caída del muro que pudo cumplir su sueño de ser músico, por lo que la reunificación fue un “punto de inflexión” en su vida. Como perlita, contó que lo primero que hizo tras la caída fue ir con su padre a comprar una hamburguesa de McDonalds. Todo un reflejo de época.
En una entrevista con Rolling Stone, Kalkbrenner grafica lo que la reunificación alemana significó para la cultura underground de ese país: “Se juntaron los ravers drag queen de occidente con los ravers estilo ‘hooligan’ del Este. Esta mixtura no la vas a encontrar en ninguna escena dance del mundo. Sólo en esta ciudad”. A lo que se agrega una frase vertida en una nota con Resident Advisor: “Berlín nunca ‘es”. Berlín siempre ‘está siendo’”.
Sky and Sand y la llegada a la masividad
Los amantes de la música electrónica tenemos mucho para agradecerle a Paul Kalbrenner, porque es uno de los principales responsables de que este género comience a ser respetado por la cultura en general. Mucho de esto fue gracias a uno de sus más grandes hits: Sky and Sand.
El track formó parte de la banda sonora de la película en la cual es protagonista, Berlín Calling. En palabras del propio Paul, nunca creyó que sea un gran track, pero al parecer la gente no lo tomó así: consiguió el disco de platino y es la canción que más tiempo pasó en el n° 1 de popularidad en la historia de la música alemana, con 129 semanas, ¡más de 2 años!. “¿Quién habría pensado que esta canción rompería el récord de ‘Last Christmas’ de WHAM? Ni siquiera fue lanzada como ‘single’. Todavía me parece una locura.” decía Kalkbrenner en una entrevista con El Mundo.
Detrás de este logro se esconde algo más grande, porque Sky and Sand fue de los primeros tracks electrónicos por fuera del EDM que empezó a sonar en las radios. Sus tonos claros y armónicos, la atmósfera nostálgica pero suave y la voz de su hermano Fritz resultaron ser un combo perfecto para encajar a la electrónica “underground” en la escena cultural global. Incluso fue la canción responsable de que un gigante de la industria cultural como Estados Unidos empiece a mirar a la electrónica con más respeto, con lo que eso significa.
De los sellos independientes a firmar con Sony
El éxito rotundo de Sky and Sand le abrió nuevas puertas a Kalkbrenner. Una característica importante de sus lanzamientos tenía que ver con que siempre fueron editados en sellos independientes, basicamente dos: primero y por muchos años en BPitch Control, de Ellen Allien y luego en su propio label, Paul Kalkbrenner Musik.
Pero fue en el año 2015 que logró otro hito: firmar un contrato con Sony. Puede resultar un dato menor, pero no lo es. Históricamente, las grandes disqueras prestaban su atención a artistas taquilleros del pop, rock y algún que otro género popular. El hecho de que un sello masivo como Sony pusiera sus ojos sobre un artista electrónico marcó un quiebre en la relación música electrónica-masividad.
Fue así que nació su álbum “7”, en el que además tuvo acceso al archivo sonoro de Sony. De allí tomó vocales de D-Train (en el tema ‘Cloud Rider’) , Jefferson Airplane (‘Feed Your Head’) y Luther Vandross.
Su relación con el cine: más que un músico
Uno de los rasgos que hacen a Paul Kalbrenner un “distinto” es su relación con el cine. “Berlin Calling” (2008), película en la que es el protagonista, fue uno de los sucesos que lo llevó a la fama mundial y todo de “casualidad”.
El director de la película Hannes Stoehr quería plasmar en el film a la escena underground berlinesa y crear una película que represente fielmente a la sociedad alemana. Originalmente había contactado a Kalkbrenner para que realizara el soundtrack oficial, ya que lo consideraba un referente de la música germana.
Pero a medida que Stoehr comenzó a leer el guión, se dio cuenta de que Paul era el indicado para protagonizarla y sin darse cuenta, descubría a un prodigio. Kalkbrenner se lució con sus dotes actorales, hasta ese momento desconocidos. Logró personificar a la perfección a “Ickarus”, un DJ destinado al éxito pero atrapado en serios problemas de drogadicción.
La película se conviritó en un ícono de la escena underground, quedando por años en las carteleras de los cines alemanes. Además, sirvió para mostrar un caso ficticio pero que puede ser el reflejo de muchos otros reales: cuando la fama y las adicciones se interponen en el camino de un artista talentoso que tiene todo para triunfar.
“Yo no soy DJ”
Si, es así, no es un error. Fueron palabras del propio Paul. Sucede que Paul Kalkbrenner es uno de los pocos artistas electrónicos que toca sólo canciones propias. Sus shows se caracterizan por ser LIVE, es decir, construir un set con la consecución de sonidos manipulados en vivo a través de controladores, secuenciadores y una laptop. Pero todos los tracks son suyos y de nadie más.
En una entrevista con Generación B, Paul sentencia: “Yo no paso música. Yo hago música”. Luego explica muy simplemente: “Yo trabajo en un estudio, mezclo los sonidos, los analizo y después reproduzco eso en vivo. Me sentiría un poco culpable si fuese sólo con una máquina a ponerle play”.
Ante la pregunta sobre el mito de que los DJs “no hacen nada”, Kalkbrenner sostiene que “si, podrían estar cocinando algo ahí abajo o revisando sus mails. Pero mis fans saben que yo hago todo en vivo y hacen chistes con David Guetta: él llega a su set y dice “Yo pongo play”. Y yo digo: y “yo toco en vivo”. En los festivales te das cuenta de esas diferencias”.
Es esto una característica que pocos tienen en el mundo de la música electrónica. Todo lo que sale de su computadora, pasó antes por su cabeza. Todo lo que se escucha en uno de sus shows tiene el sello “Kalkbrenner”. Será por eso que él mismo afirma que “cada noche es diferente, cada noche es distinta a la otra”. Lo cierto es que estamos frente a figura casi mítica, pero que es de carne y hueso. Solo queda disfrutarlo.