DJ, productor, instrumentador e, incluso, profesor. Ignacio San Pedro a.k.a. Closed I es uno de los músicos electrónicos más completos de Córdoba y una de las grandes promesas de esta cultura. Conocemos al protagonista de la Experiencia Córdoba Beat #4.
Córdoba es cuna de grandes DJ y productores, no es novedad. Pero existe una nueva camada de jóvenes que están poniendo la vara muy alta para el resto. En ese grupo entraría Ignacio San Pedro a.k.a. Closed I.
Tanto en su faceta de DJ y productor como en la de estudiante de sonido y profesor de instrumentación electrónica, Closed I intenta constantemente jugar con los límites. Meticuloso, perfeccionista, arriesgado. Un rebelde sonoro. Repasamos los inicios y la carrera de uno de los productores más prometedores de Córdoba.
Casi sin querer…
Closed I, en contacto con Córdoba Beat, comentaba que así llegó a la musica electrónica, “casi sin querer”. Descubrió este género hace ya 11 años, cuando tenía 14. Primero empezó a escuchar por recomendaciones de gente más grande. También cierta moda que había en el momento lo llevó a inmiscuirse en la electrónica.
Pero luego, lo que más amplió su cabeza musical fue el hecho de empezar a descargar música de su gusto en internet. Esto, explica Ignacio, fue clave porque le despertó el ejercicio de la búsqueda y escucha constante de música, lo que considera “fundamental para ser DJ”.
A partir de allí fue simple curiosidad lo que lo impulsó a mezclar y re-mezclar los temas que descargaba y así complejizar su oído musical. Ya a los 16 años pedía poner música en eventos privados de gente cercana y empezó el gusto por tener la responsabilidad de “mover la fiesta”.
Con el tiempo empezaría a escalar en el circuito nocturno de Córdoba, tanto en clubes como en horarios. Club Berlín, Dorian Gray, Fruta, La Estación, Terra Furia, Bela Lugosi, Basement son algunos de los clubes y venues de la ciudad que lo han visto pasar. Compartió cabina con grandes nombres como Agents Of Time, Marc Houle, Johannes Brecht, Monoloc y Jonas Kopp. Pasó por pistas tanto de Córdoba capital como del interior y en provincias como Tucumán o Salta.
Closed I: libertad en la creación
Cuando le preguntamos por qué eligió la música electrónica, Closed I apuntó a la libertad creativa que tiene este género musical. “Siento que hay en este estilo una libertad más grande que en otros tipos de música”, afirmó el “Igna”. En su proceso, dejó de escuchar otra música y se metió de lleno a descubrir el mundo infinito que existe dentro de la electrónica.
También mencionó la intensidad que maneja la música electrónica, sobre todo en las vibraciones más bajas. Pero el énfasis está puesto en la gran amplitud de las capacidades sonoras que brindan los instrumentos electrónicos, a comparación de instrumentos clásicos.
Esta libertad se puede evidenciar en cómo Closed I produce, ya que en su historial hay tracks de un potente techno con toques experimentales pero también, por ejemplo, un álbum completo de una hora en el que, además de música, se intenta contar una historia a través de sonidos. En este caso, la historia de un personaje que culmina en un suicidio.
A la hora de crear música, Ignacio explicaba: “Podría decir que mi música es una representación sonora de lo que siento o estoy atravesando en un momento determinado. Trato siempre de combinar emociones, ideas y gustos en algo que estimule a las personas y que estas puedan sentirse identificadas y atravesadas por esa vibración”.
Además agregó que en esta etapa de su carrera apunta a liberarse de los sub-géneros en búsqueda de ampliar su capacidad creativa y aprovechar más las sensaciones internas. “A partir de ahora cada tema, EP, LP o Álbum que publique va a tener su personalidad, su objetivo y su concepto”, subrayó.
Bonus track: ¿por qué “Closed I?
Muchos y muchas seguro se preguntaron de dónde viene el seudónimo “Closed I” cada vez que lo vieron en un flyer. La respuesta es un simple juego de palabras en inglés: Ignacio explicó que a él siempre le gustó escuchar música con los ojos cerrados -en inglés “closed eye”- pero sustituyó “eye” por la letra “i”, que es la primera de su nombre pero que, a la vez, se pronuncia igual que “eye” (‘ai). Curioso, ¿no?
