Este dúo holandés llegó para empezar a reescribir la historia del tech house actual. Con un crecimiento vertiginoso, los ANOTR irrumpieron con sus producciones frescas y sus sets intensos. Conocemos más sobre Jesse y Oguz.
Para trascender en la música -y en cualquier rubro- es necesario reinventarse. Quien se estanca, seguramente perderá visión y frescura. Este no es el caso de los ANOTR. El dúo holandés, siempre siguiendo líneas houseras, se ha encargado de hacer evolucionar su sonido y mostrar varias facetas.
De trabajar sus primeras producciones en el ático de la casa de uno de ellos a presentarse en los mejores escenarios de Europa. Los ANOTR han gozado de un crecimiento que parece no parar. Calidad musical, sets a pura potencia y cultura del trabajo non stop, son algunas de las razones de su éxito.
ANOTR, los comienzos
Jesse van der Heijden y Oguzhan Guney empezaron como muchos: saliendo de fiesta en su adolescencia. El caso de Oguz es curioso ya que descubrió su primer festival techo en Amsterdam luego de romper con su novia. La música fue un salvavidas en un momento de tristeza.
Luego descubriría el majestuoso Awakenings y el escenario Drumcode de Adam Beyer y el enamoramiento sería total. Por su lado, Jesse, además de salir de fiesta, ya escuchaba cosas como Daft Punk y el house holandés. Además ya estaba teniendo relación con la producción musical, pero haciendo cosas más experimentales y variadas.
El inicio de su trabajo juntos se dio cuando tenían entre 16 y 17 años. Ya se conocían a través de amigos en común, además de vivir en la misma zona de Amsterdam. Claro está que aquello que los unió fue su pasión por la música y la constante búsqueda innovadora en los sonidos.
Jesse ya venía produciendo desde los 12 años, por lo que combinaron la experiencia técnica de Jesse con los amplios conocimientos en techno y house de Oguz. El viaje había comenzado.
Vertiginoso crecimiento
A partir de su unión, todo fue creciendo. Comenzaron produciendo en el ático de la casa de uno de ellos, alrededor del 2011. Como ellos mismos comentan, mientras otros estaban disfrutando el sol y el aire libre, los ANOTR estaban encerrados con dos ventiladores al frente de las máquinas.
Todo el esfuerzo comenzó a dar sus frutos porque comenzaron a llegar sus primeras fiestas como DJs. Siempre en el ámbito de la escena holandesa -que no es poca cosa- Jesse y Oguz empezaron a mostrar lo que estaban haciendo, tanto en las bandejas como en el estudio.
No pasó mucho tiempo hasta que pudieron presentarse, por ejemplo, en el ADE (Amsterdam Dance Event). En simultáneo, llegaban sus primeros EP en público en el 2015: cinco discos y participaciones en sellos gigantes como Defected, Snatch!, DFTD y Toolroom.
Y el éxito no pararía: Ultra Resistance, Tomorrowland, Ibiza y las primeras giras mundiales. Más tracks sellados en AVOTRE, Solid Grooves, Cr2, Material, Sola, Elrow Music y mucho más. Además, en 2017 crearon su propio sello “NO ART”, que hasta el día de hoy mantiene un gran prestigio. Incluso, desde el 2018, se convirtió en un showcase que realiza fiestas en Amsterdam con gran repercusión.
Todo este éxito tiene una explicación. En una época donde el tech house ha virado a cuestiones comerciales más apuntadas al boom del momento que a la calidad musical, ANOTR ha logrado un sonido propio.
Pero sobretodo distinto, diferente, fresco, renovado. Ninguno de sus tracks son siquiera parecidos. Todos tienen un rasgo distintivo y buscan constantemente salirse de los límites, quebrar barreras de lo conocido. Esto, en el mundo de la música actual, sin dudas es un valor agregado.
La construcción de un dúo
Ambos podrían haber continuado sus carrera como solistas, porque tanto Jesse como Oguz habían empezado de esa forma, explorando solos. Pero descubrieron que tenían buena química juntos y, además, habían recibido muy buenas respuestas de sus primeras producciones. Incluso ya se habían presentado en algunas fechas como dúo y también les había ido muy bien. Es por eso que apostaron al conjunto.
Esto es posible por una primera condición: sus gustos musicales son parecidos y rara vez dudan del otro. Por otro lado, han logrado una buena sinergia para trabajar. Ambos trabajan individualmente a la hora de seleccionar música y luego lo ponen en común para filtrar entre los dos.
Parecido sucede con las producciones. Cada uno por su costado trabaja en sus estudios y después muestran sus trabajos al otro para darle el toque final juntos. Y cuando llega el momento de subirse a las bandejas, es muy simple: un track cada uno, ni más ni menos. Lo que sí puede suceder es que uno le sugiera un track al otro para poner, porque lo cree pertinente.
Sin dudas la frescura de sus producciones, la intensidad de sus sets y la excelente energía que transmiten al trabajar juntos, hacen de ANOTR un dúo para seguirle el paso porque apuntan a llegar lejos. Mucho más lejos de lo que ya han llegado.